Más de 3.000 expertos, profesionales o jóvenes profesionales de gran cantidad de sectores y países, están en Estocolmo para celebrar la Semana Mundial del Agra. Este encuentro tiene un firme objetivo: poner en común diferentes ideas y soluciones a los retos que existen en la actualidad del recurso hídrico bajo el lema: “Agua para la sociedad: incluidos todos”.
La celebración está liderada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo y congrega a todos aquellos que forman parte de la cadena de toma de decisión para reforzar la gobernanza del agua y garantizar una óptima gestión de los recursos hídricos. Todo se encamina a lograr los objetivos de desarrollo sostenible que persigue garantizar que en 2030 se tenga acceso universal al agua potable a un precio asequible.
Según el Banco Mundial, hay 2.100 millones de personas que viven sin agua potable en sus hogares en el mundo. Asimismo, una de cada cuatro escuelas primarias carece de servicios de agua potable. Las cifras apuntan a que cuatro de cada cinco personas que no tienen acceso a agua potable viven en zonas rurales y hasta 159 millones de personas están obligadas a beber agua de superficie que se consigue en estanques y arroyos.
Por otro lado, cerca de dos tercios de la población mundial sufre una grave escasez de agua un mes al año y 700 millones e personas podrían verse desplazadas por escasez de agua en 2030.
El cambio climático agrava el déficit hídrico
Los recursos hídricos se encuentran bajo una presión sin precedentes en gran cantidad de países. La población mundial crece a un ritmo vertiginoso y, según estimaciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), si se sigue igual que hasta ahora el mundo enfrentará un déficit de hasta el 40% entre la demanda prevista y el agua disponible en 2030.
Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas. En el año 2025, se estima que 1.800 millones de personas vivirán en regiones o países con escasez total de agua. Actualmente, la seguridad hídrica es una problema grave y parece ir en aumento en ciertos países.
El cambio climático empeorará aún más esta situación, puesto que se alterarán los ciclos hidrológicos y por tanto, al disponibilidad del agua no se podrá prever tan fácilmente. Casi 1.000 millones de personas que viven en cuencas monzónicas y 500 millones que residen en deltas fluviales serán vulnerables al estrés hídrico.
Para hacer frente a estos problemas, los países deberán mejorar la forma en que gestionan sus recursos hídricos y los servicios asociados, enfrentándose a un cambio sintético de paradigma, según ha afirmado la delegada del Banco Mundial Ayat Solimán.
Con el fin de fortalecer la seguridad hídrica en el contexto de gran escasez y de incertidumbre, los países y agentes del sector deberán invertir en el fortalecimiento institucional, la gestión de información y el desarrollo de infraestructura tanto artificial como natural. Serán necesarias herramientas institucionales, marcos legales y regulatorios, así como mecanismos de fijación de precios e incentivos para asigna y conservar los recursos hídricos.
Los responsables internacionales confirman que se necesitarán sistemas de información para el monitoreo de recurso, la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre y pronósticos y alertas hidrometeorológicas.
Ciencia, tecnología y conocimiento al servicio de la seguridad hídrica
Se deben explorar inversiones en tecnologías innovadoras para mejorar la productividad, proteger los recursos y conservarlos, así como reciclar el agua de lluvia, las aguas residuales y desarrollar fuentes de agua no convencionales y buscar oportunidades para mejorar el almacenamiento del agua, incluidas la recarga y recuperación de acuíferos.
Asegurar la rápida difusión y adaptación adecuada de estos avances, será clave para reforzar la seguridad hídrica a nivel mundial. Las prácticas mundiales del agua se localizan en el agua en un sentido amplio, aprovechando la mejor gestión hídrica y servicios para conseguir los diversos ODS relacionados con el agua.
La colaboración internacional es esencial para la gestión de los recursos hídricos. A nivel mundial existen 263 ríos internacionales, por lo que el apoyo a la administración colectiva de las aguas transfronterizos contribuye de forma importante al incremento de la eficiencia y equidad en la gestión de la disponibilidad de agua.
La Semana Mundial del Agua es el evento más destacado a escala global relacionado con las dificultades que hay al garantizar el acceso al agua que sea de calidad. En el evento celebrado en la última semana de agosto de cada año, se debatirá sobre el cambio climático, seguridad alimentaria y tecnología innovadora.